Probablemente debe su nombre a una torre, atalaya o pequeño castillo que, en árabe, era llamada Burl al Sultán y que existió hasta la Guerra de la Independencia; pero, al parecer, su origen es romano ("Azután: una villa de señorío femenino". Jiménez de Gregorio, 1990).
Se empieza a configurar como pueblo a partir de la reconquista por los cristianos (F. S.XI) y la posterior repoblación (S. XII y S. XIII). En tiempos de Alfonso VII el Emperador, la torre, el caserío en torno a la misma y el territorio circundante se convertirán en señorío, el cual terminará en manos del Monasterio de San Clemente de Toledo, que gestionaban monjas. Será, finalmente Alfonso X el Sabio el que cree la Villa de Azután, cuyo señorío seguirá siendo propiedad del citado monasterio y perdurará hasta el S.XIX, momento en que son abolidos todos los señoríos.
Su configuración actual, típica de los pueblos de colonización resultantes del Plan Badajoz, data de la mitad de los años cincuenta del pasado siglo.